El gallo bromista fue un símbolo de juego durante 50 años: la apariencia de ave evoca la curiosidad de los niños. La sensación de balanceo les hace querer volver una y otra vez. La respuesta al movimiento es una de las mayores sensaciones de juego que existen. Además de la diversión, esto agrega una sensación de control al juego. El movimiento receptivo también entrena la comprensión de la causa y el efecto en los niños pequeños: que las acciones tienen un efecto en el mundo. Mecerse en el gallo bromista entrena el sentido del equilibrio y el espacio del niño, así como los músculos de las manos y los brazos cuando se sujeta con fuerza y empuja los pies con fuerza en el soporte para los pies. Todas estas habilidades motoras básicas y acciones de entrenamiento muscular ayudan a entrenar la cognición corporal del niño, apoyando habilidades importantes para la vida.
Las fotos son meramente conceptuales. Pueden producirse desviaciones.
Calidad duradera
Los muelles se fijan mediante accesorios anti-pellizcos únicos para máxima seguridad y larga vida útil.
Los muelles KOMPAN están hechos de acero de resorte de alta calidad según EN10270. Los muelles se limpian mediante fosfatación antes de pintarlos con una imprimación epoxi y un recubrimiento de poliéster en polvo como acabado superior. Los muelles se fijan mediante accesorios anti-pellizcos únicos para máxima seguridad y larga vida útil.
El manillar y los reposapiés están hechos de nylon de alta calidad (PA6), que requiere poco mantenimiento.
Las versiones de KOMPAN GreenLine están diseñadas con los mejores materiales sostenibles con el factor de emisión de CO2e más bajo posible, como los paneles EcoCoreTM de 100 % de desechos oceánicos reciclados post consumo.
Longitud
36 cm
Anchura
94 cm
Altura
77 cm
Especificaciones
El gallo bromista fue un símbolo de juego durante 50 años: la apariencia de ave evoca la curiosidad de los niños. La sensación de balanceo les hace querer volver una y otra vez. La respuesta al movimiento es una de las mayores sensaciones de juego que existen. Además de la diversión, esto agrega una sensación de control al juego. El movimiento receptivo también entrena la comprensión de la causa y el efecto en los niños pequeños: que las acciones tienen un efecto en el mundo. Mecerse en el gallo bromista entrena el sentido del equilibrio y el espacio del niño, así como los músculos de las manos y los brazos cuando se sujeta con fuerza y empuja los pies con fuerza en el soporte para los pies. Todas estas habilidades motoras básicas y acciones de entrenamiento muscular ayudan a entrenar la cognición corporal del niño, apoyando habilidades importantes para la vida.
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