Gardens by the Bay, Singapur

Gardens by the Bay en Singapur no es solo un parque. Es un destino de fama mundial, conocido por su arquitectura espectacular y sus paisajes inmersivos. Así que, cuando quisieron incorporar un espacio de juego, no podía ser solo divertido: tenía que integrarse en el entorno, destacar y aportar un valor duradero a todos los visitantes.

Ahí es donde entramos nosotros. Desde el boceto inicial hasta la instalación final, entregamos una solución "llave en mano" adaptada a la visión del parque, al flujo de visitantes y a sus altos estándares de diseño.

Un único socio de principio a fin Sin tener que estar en contacto con varios proveedores. Nosotros nos encargamos de todo, desde el diseño hasta la instalación.

Un diseño integrado a la perfección El área de juegos se funde con el paisaje y refleja la identidad del parque.

Resistente al uso intensivo, sin perder su atractivo Suficientemente duradero para centenares de usuarios diarios, y a la vez lo bastante especial para sorprender.

¿Quieres ver cómo el juego se convirtió en parte de la experiencia? Mira la historia completa en el video 👇

Porque este parque no solo entretiene. También los reta.

En el centro, dos torres de juego se elevan nueve metros hacia el cielo. No son solo altas: son magnéticas. Los niños trepan, se deslizan, se esconden e imaginan. Las aletas verticales de madera envuelven las torres en un ritmo cálido y natural que transforma el acero en escultura. Es desafiante. Es hermoso. Y funciona.

Junto a las torres, un amplio espacio de arena invita a los más pequeños a cavar, construir y explorar. Es desordenado. Es sensorial. Justo lo que necesitan para su desarrollo.

Y luego están las zonas temáticas: un mercado lleno de frutas y verduras, un estallido de color con postres del sudeste asiático, una biblioteca de cuentos que abre la puerta a múltiples historias. Estos espacios no solo son divertidos, también fomentan el juego de roles, potencian el lenguaje y ayudan a los niños a conectarse entre sí.

Cuando cae la noche, el parque no se apaga. La iluminación ambiental mantiene el espacio vivo y acogedor. Los niños siguen jugando y las familias se quedan más tiempo.